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Claudio Rodríguez (Zamora, 1934 - Madrid, 1999), es un poeta de la generación del 50. Su apodo es "Cayín". El 23 de marzo de 1947 murió su padre y su vida dio un giro decisivo al quedar la familia en la ruina; Claudio ha de dedicarse a la administración de las fincas en el campo y tratar con jornaleros. Se acentúa su "manía andariega" y se refugia en la lectura. Se hace ayudante de un profesor de latín y francés y estudia con él la métrica latina, francesa y castellana. Lee a Rimbaud en su lengua original y se mantiene en contacto con su profesor de literatura Ramón Luelmo. Dos rasgos definen su personalidad: le gusta observar y recrear los juegos infantiles, y es muy andariego: da largos paseos por la ciudad y por las orillas del río Duero. Le forma mucho la biblioteca paterna: clásicos españoles, en particular los místicos, y poetas franceses del siglo XIX: Baudelaire, Verlaine y Rimbaud. Le une a los místicos la actitud contemplativa, mientras con Rimbaud la pronta madurez poética. Hacia 1948 escribe sus primeros poemas, que él llama "ejercicios para piano". Publica Nana de la Virgen María en el Correo de Zamora, en 1949. En 1951, se traslada a Madrid para estudiar Filología Románica con una beca. A los 18 años gana el premio Adonais por Don de la ebriedad, libro que impresiona a Vicente Aleixandre con el que mantendrá una amistad profunda, casi filial, y a quien dedicará su libro Conjuros. Su familia lo hace estudiar Derecho en Salamanca, pero se retira y opta por las letras. En 1953 conoce a Clara Miranda, quien será su compañera. Se hace amigo de Leopoldo Panero y Luis Rosales. Licenciado en Filología Románica en 1957 con una tesis sobre El elemento mágico en las canciones infantiles de corro castellanas, bajo la dirección de Rafael de Balbín. Ese verano hace el servicio militar.En 1958, publica Conjuros y, con la ayuda de Dámaso Alonso y Vicente Aleixandre, viaja al Reino Unido, donde trabaja como lector de español enla universidad de Nottingham. Se traslada luego a Cambridge, con el mismo cargo. Descubre a los románticos ingleses sobre todo William Wordsworth y Dylan Thomas, que influirán mucho en su poesia. En el año 1963 es incluido en la antología Poesía última de Francisco Ribes, donde también aparecen Eladio Cabañero, Ángel González, José Ángel Valente y Carlos Sahagún, autores que fueron englobados por la crítica bajo el nombre de generación de los 50. Premio de la Crítica en 1965. Allí hace amistad con Francisco Brines, lector en Oxford. Los años setenta significan la consagración definitiva del poeta. Los sucesivos, el reconocimiento oficial. En 1976, publica su cuarto poemario El vuelo de la celebración. En 1983, le es concedido el Premio Nacional de Poesía por Desde mis poemas, recopilación de sus cuatro primeros libros; en 1986 consigue el Premio de las letras de Castilla y León. El 17 de diciembre de 1987 es elegido miembro de número de la RAE. En 1993 publica Casi una leyenda, el que sería su último libro de poemas. El 28 de marzo de 1993 recibe el Premio Príncipe de Asturias de las Letras y 5 días después el II Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana de la Universidad de Salamanca. Muere en 1999, el 22 de julio.
Antología poética a medio camino entre lo lírico y lo narrativo