CAMILO BARGIELA (Tuy, 1864-Casablanca, 1910) es una de las figuras más curiosas y representativas de la bohemia española de finales del siglo XIX y principios del XX. Estudió Derecho en Santiago de Compostela y, para opositar al cuerpo diplomático, se estableció en Madrid, donde conoció y trató a la mayoría de los escritores de la época. Amigo de Azorín, de los hermanos Baroja, de Unamuno, de Cansinos Assens, de muchos escritores que han dejado evocaciones del personaje, forma parte de lo que algunos han llamado el coro del 98. Tras su ingreso en la carrera diplomática, se alejó de los círculos literarios. Destinado durante dos años en Manila, murió inesperadamente en Casablanca, adonde había llegado tres años antes. Dejando aparte sus colaboraciones en prensa y algunas obras breves de teatro cómico, escritas en colaboración, Bargiela es autor de un único libro, Luciérnagas, libro raro, inencontrable, fiel a los principios estéticos del modernismo, compuesto por un largo ensayo sobre la literatura del momento, en el que aparece la primera nómina de los escritores de su generación, y una colección de relatos, que a veces recuerdan a Valle-Inclán.