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Bata Kindai amgoza Ibn LoBagola era en realidad Joseph Howard Lee, o así lo declaró en 1934 cuando estaba a punto de ser deportado a su supuesto lugar de nacimiento en Dahomey. Afirmaba haber nacido en 1887 en el número 620 de la calle Raberg, en Baltimore, Maryland, y ser el decimoséptimo hijo de Joseph, un cocinero, y Lucy, una empleada del hogar. Joseph Howard Lee era pues un chico de la calle que además de dedicarse a todo tipo de trapicheo se ganaba la vida como chapero. Luego consiguió trabajo como marinero y viajó por todo el mundo, incluyendo África. A su vuelta, se le ocurrió en algún momento hacerse pasar por «el salvaje africano» que podía contar en sus espectáculos –ente el cuentacuentos y el monologuista de hoy– los ritos y costumbres de una tribu de «judíos africanos» a la que nunca había llegado el hombre blanco. Su habilidad para engañar incluso a expertos en temas africanos se demostró en 1911 cuando dio una conferencia sobre lenguas y culturas africanas en el Museo de la Universidad de Pennsylvania. Lo respaldaba Frank G. Speck, vice-conservador de Etnología general en el museo. Speck habló largo y tendido con LoBagola y lo grabó cantando «auténticas canciones de su pueblo». Sus charlas atrajeron a grandes multitudes y cosecharon buenas críticas por parte de la prensa. La revista The Bookman declaró: «aquellos que hayan oído hablar a LoBagola sabrán que es un maestro de la lengua hablada». Otra revista lo describe como «uno de los mayores oradores». Una vez descubierta y reconocida su impostura, le aguardaba una cabalgata de condenas por «perversión» y «sodomía». Los restos de quienquiera que hubiera sido se encuentran en la parcela número 29 del cementerio de Attica, actualmente el centro penitenciario de Attica, en Nueva York.