Menú
- inicio
- Catálogo
- Poesía y Teatro
- Historia y Memorias
- Narrativa y Ensayo
- Bibliotecas de autor
- Ulises
- Revistas
- mas vendidos
- Autores
- Prensa
- Comunidad
- Nosotros
- Digitalización
Traducción de F. Menéndez y Arranz. Prólogo de Juan Bonilla.
La autobiografía de LoBagola es uno de esos libros en los que compiten lo que el libro cuenta y lo que oculta: siendo lo primero fascinante, no lo es menos lo segundo. LoBagola era o decía ser un «salvaje africano» que, con excelente inglés y capacidad oratoria magistral, anduvo durante años contando ritos, costumbres y aventuras de una tribu africana a la que nunca habían llegado los expedicionarios blancos. Su fama llevó a un editor a proponerle la composición de esta autobiografía que fue publicada con gran éxito en 1930. La autobiografía, de magnífica plasticidad, cohesiona en una misma sustancia narrativa la vida del narrador, las noticias sobre las costumbres de «los salvajes» y un examen de sus ritos. Pero por debajo de lo narrado, el tema fundamental es la mentira: «no supe mentir hasta que conocí a los blancos», nos dice, o bien «el arte de mentir me hizo más fácil la vida». Y ello porque quien se hacía pasar por «salvaje africano» era un realidad un «chico de la calle» de Baltimore que vio en el arte de mentir, en su capacidad fabuladora, un modo de ganarse la vida llenando teatros. Su éxito fue también su perdición. Dejó como testimonio esta espléndida narración que, entre la picaresca y la fantasía, fue inmediatamente traducida a los principales idiomas, como prueba fehaciente del interés general que los asuntos de África habían cobrado en toda Europa.