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Edición de Inmaculada García Carretero.
Elena Fortún (Encarnación Aragoneses) escribió a su hijo Luis durante los diez años de separación a causa de su exilio. Ella y su marido, el escritor Eusebio de Gorbea, se exiliaron en Francia y después en Argentina. Luis de Gorbea Aragoneses y su mujer, Ana María Hug, se exiliaron a su vez en Estados Unidos. Ese primer tomo abarca las cartas escritas en 1939 en las que se narra su primer exilio en Francia y la llegada a Buenos Aires. Las misivas están escritas desde Madrid, Valencia, Sète, París, Burdeos y Buenos Aires, lugar final de su destino de exiliados. La voz epistolar de Encarna, acompañada por la de Eusebio, ambos escritores, muestra la dura realidad del exilio, la incertidumbre y el dolor por abandonar España, pero también la esperanza y la confianza en la solución del futuro inmediato en un documento literario y emocional único. Con la lectura de estas cartas, asistimos a cómo el matrimonio Gorbea Aragoneses se encuentra inmerso en el devenir de tantos españoles refugiados en Francia. Las redes de amistad, los contactos con otros intelectuales que conforman su círculo social más cercano, les permitirán superar los contratiempos y dificultades. Este epistolario se conserva en el Archivo personal de Elena Fortún que forma parte del Archivo Borau de la Biblioteca de la Real Academia Española. «Estas cartas, como las de santa Teresa, son más que literatura. Son la expresión de un alma delicada que se ha mezclado estrechamente con la vida. Pocas lecturas más altas se pueden hacer en español». Emilio Gavilanes Un documento histórico y literario imprescindible e inédito para conocer los primeros momentos del exilio de tantos españoles tras la Guerra Civil a través del testimonio íntimo de una de las escritoras más queridas del siglo XX.