De su peripecia de varios años España y Espada trajeron conversaciones alucinantes con Fernanda y Bernarda de Utrera, Terremoto, Chocolate, Camarón, Tía Anica la Piriñaca, Fosforito o Antonio Mairena. Un tesoro de charlas en las que los entrevistados hablan de su oficio, vida y fatigas con la complicidad, y hasta la ingenuidad, que procuraba tener delante a dos chavales tan respetuosos como afilados y vehementes.

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Fuente: El Mundo