«La vida es como un bosque», escribió un día, en un bellísimo poema, Pablo García Baena. Su vida, casi noventa y siete años, fue como un bosque, frondoso a veces, a veces luminoso, oscuro en algunos momentos, silencioso y apartado durante muchos años, brillante en ocasiones, pero siempre sereno y generoso, fiel a unos cuantos sentimientos e ideas esenciales, como la amistad, la belleza, la supremacía de la vida. Rafael Inglada, poeta, editor, antólogo, biógrafo –para el que reivindico la noble y prestigiosa definición de polígrafo–, quien se ha entregado en los últimos cuatro años a bucear en la obra y en la vida de Pablo como un eficaz detective, se ha adentrado en ese bosque de la vida del poeta, ha seguido su rastro vital y literario, su trayectoria humana, y para ello ha viajado a sus escenarios, ha desentrañado dietarios, diarios y noticias de prensa y esas otras que solo se mencionan en las cartas y en los secretos silenciosos confiados a los amigos. Ha aunado para ello la huella documental y la tradición oral. El resultado son estas cientos de páginas que nos acercan un poco más al Pablo más público y notorio, pero también al más secreto y recóndito. Solo Rafael León con su «Animal distinto» y Salvador Gutiérrez Solís, en Una aproximación, habían intentado una biografía de Pablo. Esta Cronología, que cierra los cinco tomos de la Obra completa del autor de Antiguo muchacho y Junio, nos descubre la absoluta fidelidad a sí mismo y a su ideal de belleza y vida de un poeta esencial del siglo XX, que aunó, como ninguno, calidad humana y literaria. José infante