Menú
- inicio
- Catálogo
- Poesía y Teatro
- Historia y Memorias
- Narrativa y Ensayo
- Bibliotecas de autor
- Ulises
- Revistas
- mas vendidos
- Autores
- Prensa
- Comunidad
- Nosotros
- Digitalización
La acción se desarrolla en los anchos espacios del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas. Ahí están sus montes, ríos y pinares, que José Cuenca describe con prosa certera y musical. Y los serranos: guardas forestales y pastores, de larga tradición en estas tierras; buhoneros, recaderas y arrieros, hechos a las duras disciplinas del camino; cazadores y furtivos, de mayor, de menudo y de reclamo. Y los avezados monteseros: hombres serios y enterizos, de palabra justa y reposada, que imponían respeto con solo su presencia y se movían con el empaque de la gente antigua de la Sierra. En sus páginas se encuentra el amor a la naturaleza, la caza y algo más: el recuerdo de hombres y mujeres que fueron el alma de la Sierra. Y el drama de la España vacía: cortijos estragados, casas forestales derruidas, huertas sin cultivo, viejas espadañas sin campanas. Un mundo perdido, que está empezando a resurgir.