La luz se llama Julia nos muestra el discurrir cotidiano de una persona ciega durante tres días sucesivos de su vida, describiendo impresiones sensoriales, su actividad laboral, sus relaciones sociales y su afición a la literatura, especialmente a libros de la literatura universal con personajes ciegos. Leyendo La luz se llama Julia, el lector se pone en la piel del protagonista y vive en primera persona otro modo de percibir la realidad. Distinto, pero que no por ello deja de ser enriquecedor y apasionante, más si cabe. La obra obtuvo el segundo Premio de Novela para escritores ciegos en la XXVII edición del concurso Premios Tiflos de Poesía, Cuento y Novela.