Veinte brotes son veinte historias como brotes que desembocan en tallos o como brotes inicios de problemas psicóticos. La sociedad, nuevamente escrutada –y estrujada– para que pensemos en los bordes que llegan a ser terraplenes. Porque la vida es una caída libre donde deberían tener cabida todos los riesgos. Las puertas que no se abren son la antesala del tumor. Mánchese si desea sentirse vivito y coleando. Una madrugada en Bangkok donde se te presenta una oportunidad de matrimonio. • Una chica de diecisiete que decide buscar sexo entre adultos. • Un intento de atraco con burundanga y algo de violencia. • Una venérea y una amante pasajera. • Una traductora que desea cumplir en una misma noche todos sus sueños. • Un ejemplo de la difusa línea que separa en Camboya a las prostitutas de las que no lo son. • Un centro de estética para mujeres donde un señor acude desesperado. • Recuerdos de una noche pequinesa cuando la memoria te falla al despertar. • La atracción por las disminuidas físicas. • ¿Están enfermos los que practican la lluvia dorada? • Una cooperante europea con ganas de marcha. • Una madre que no dispone de tiempo para dejar de hacer masajes. • Una relación que se cae por la borda justo después de haber practicado sexo. • Cómo conseguir un vital visado a China varado en Kuala Lumpur. • ¿Te convertirías en esclavo sexual dejándote agredir? • Cómo dejar una cena antes de los postres ante la llamada del placer. • El sueño de conocer a un músico mientras se cocina para un grupo de millonarios en Washington D.C. • Aparece en tu vida uno de tus lectores y acontecen hechos milagrosos. • Drogarse para hablar de drogas. • ¿Se consideraría literatura fantástica la historia de una mujer sin vulva?