¿Es el azar el maestro de nuestras vidas? ¿En qué momento las casualidades pueden aliarse de tal modo que blinden la certeza de que somos meras piezas de un juego cuyas reglas y significados no entendemos? Esta novela no pretende responder esas preguntas, sino sólo indagar en ellas llevando a su extremo el juego de las casualidades en un relato en que las coincidencias bailan alrededor de una trama absorbente. Un estudiante de derecho vive una intensa y efímera aventura amorosa con una futura experta en bellas artes el mismo día en que Alemania Oriental celebra sus primeras elecciones tras la caída del Muro, en Ginebra la actriz Capucine se arroja por la ventana de su apartamento y unos ladrones desvalijan un museo de Boston llevándose algunas obras maestras que todavía hoy no han aparecido. ¿Tienen algo que ver todos esos sucesos? Quince años después, el estudiante de derecho es juez, se ha instalado en una apacible rutina que, de repente, saltará por los aires sumiéndolo en una pesadilla de la que sólo saldrá si es capaz de trazar el vínculo que une a esos acontecimientos pasados que quizá, sólo quizá, fueron algo más que meras coincidencias.