Perder la vida que se sueña es una novela que empieza retratando a un personaje frívolo y hedonista embebido en sí mismo y acaba con el diario que escribe sobre la amenazante vida de su travesía por el Ártico, su soledad, los peligros de un océano helado y el temor, hecho realidad, de los efectos de la congelación. Una novela cuyo protagonista se mueve entre el egoísmo y la arrogancia, divinizado por su madre y embriagado por el interés de las mujeres hacia él y que no concibe victoria mayor que la del cumplimiento de los propios deseos, pero que precisamente por su entrega a ellos, pierde la certeza de que esa victoria sea suficiente. Una novela en la que se nos presenta la biografía de un joven para quien vivir es desafiar los límites, ignorar las consecuencias y huir de toda responsabilidad, pero también el relato, solo en apariencia contradictorio, de una inesperada voluntad de sacrificio.